El arte para mí, es un vehículo difícil de sacrificio e incomprensión, pero que se convierte en el eje de nuestra existencia. Es un impulso, es espontáneo, se crea, se matiza, se trabaja, se elabora lentamente mediante la inspiración. Lo transformamos según las circunstancias o el estado de ánimo y muchas veces incluso no sabemos lo que queremos expresar, pero tenemos esa necesidad de expresar para eliminar la inquietud que nos molesta en nuestro interior y que sólo si la obra ha concluido con el fin que perseguíamos, quedaremos satisfecho.
El artista o la persona que realiza el arte "no tiene porque ser creador", evade su mente más allá de la realidad, del mundo, buscando otros horizontes, en busca casi de la perfección, cosa que no existe en este mundo que pisamos, pero que a veces, yo diría casi siempre nos hace olvidar problemas mundanos y nosotros tenemos el don y el privilegio de escapar de ahí.
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